Referentes

(1927-2021)
Franz Jalics

Siendo un joven soldado durante la II Guerra Mundial, tuvo su primera experiencia mística en plenos bombardeos. Acabada la guerra, entró en la Compañía de Jesús. Concluida su formación fue enviado primero a Chile y luego a Argentina, donde combinó sus tareas de profesor de teología con la dirección espiritual, viviendo en una pequeña comunidad en una de las villas-miseria circundante a la capital. Durante la dictadura de los generales fue secuestrado durante cinco meses (desde el 23 de mayo al 23 de octubre de 1976) y esposado junto con otro jesuita. Dijo repetidamente que lo que le salvó de la locura o del suicidio fue la repetición continua del nombre de Jesús, oración que ya practicaban en la comunidad. Tras ser liberado se trasladó a Alemania y fue destilando su propuesta contemplativa. A partir de 1984 la pudo impartir desde Gries, un centro destinado específicamente para ello. Murió en su ciudad natal de Budapest a los noventa y tres años. 

Su propuesta contemplativa, basada en la percepción y en la repetición del nombre “Jesús-Cristo” (o “Cristo-Jesús”), es un método y a la vez un camino que nos lleva a profundizar en la oración de silencio, nos pone en contacto con Dios y con una nueva manera de conectar con la realidad y con el mundo. Para ello sugiere abrirnos a la vivencia de los sentidos y a la auto percepción corporal, lo cual nos ancla en el presente de forma consciente y progresiva. De esta forma, al estar presentes en el presente, puede desplegarse la Presencia. Dicho de otro modo, se trata de mantenerse presentes en la Presencia. 

Su obra más madura es Ejercicios de Contemplación, aparecida en 1995, fruto de más de veinte años de impartir la oración contemplativa. Es una valiosa aportación a la espiritualidad cristiana, a la apertura a Dios desde la sencillez y lo natural, desde un contacto directo con el Misterio:

"El estar constantemente atentos al presente junto con la repetición del nombre de Cristo Jesús, me llevaba al centro de mí mismo".

“<<Nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti>>. Esta frase de san Agustín y otras afines se hicieron vivientes en mí cuando pude contemplar a Cristo sin palabras, sin pensamientos, sin imágenes, con toda mi atención despierta".

"Dios existe, está dentro de ti, en tu presente, en la realidad que te rodea. En Él vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser. Nos habla en nuestro interior, el reino de Dios está dentro de nosotros. No solo habla con palabras humanas, nos habla a través del silencio, a través del ser que no puede expresarse con palabras. Su palabra viva es la realidad misma. Si penetramos nuestra realidad nos encontramos con Él en forma directa". 

"La introducción a la oración contemplativa tiene como resultado que la contemplación impregne toda la vida".

(1918 - 2010)
Raimon Panikkar

Hijo de padre hindú y de madre catalana y profundamente cristiana, encarnó en su persona la síntesis de dos mundos. Místico, pensador y autor de una extensa obra, con su intuición de la realidad cosmoteándrica dio con una formulación que sintetiza una visión integral de la realidad, en la que el mundo (cosmos), Dios (théos) y lo humano (andros) forman una unidad indivisible. Esta aproximación trasciende el dualismo y se fundamenta en la interdependencia de todo cuanto existe. La apertura a esta triple dimensión -hacia lo divino, hacia los otros y hacia el cosmos- permite experimentar la comunión con todo y con el Todo. 

“Hay una relación intrínsecamente triple que expresa la constitución última de la realidad. Todo lo que existe, cualquier ser real, presenta esta constitución, una y trina, expresada en las tres dimensiones (…) Esta relación no solamente es constitutiva del todo, sino que brilla, siempre nueva y vital, en cada destello de lo real”. 

Nuestro Camino, inspirado por esta visión integradora, pone el acento en la experiencia de la atención consciente como práctica que nos permite afinar en esta triple apertura.